Ya estoy calentando motores para empezar a preparar cositas para Halloween!!
Qué emoción!!
Estos cupcakes los preparé el año pasado. Fue una especie de experimento que, sin pensarlo, salieron buenísimos pero a la vez, de aspecto asquerosillo, porque parecía que estuviesen podridos... jajaja!!!
Todo fue "por culpa" del colorante, que yo, como novata en estos quehaceres, no sabía que podían cambiar de color con el calor del horno, pero al final me vino de lujo, porque si lo llego a hacer queriendo no me salen tan feos a la vista, que es de lo que se trataba... jajaja!!
Al final quedaron morados por dentro, que era lo que yo pretendía, y de un color verde mohoso por fuera, vamos, como si fueran de ultratumba de verdad...
El frosting es el mismo de la tarta Guinness, pero le he cambiado la nata por el Mascarpone.
Al final quedaron morados por dentro, que era lo que yo pretendía, y de un color verde mohoso por fuera, vamos, como si fueran de ultratumba de verdad...
El frosting es el mismo de la tarta Guinness, pero le he cambiado la nata por el Mascarpone.
INGREDIENTES:
Para los cupcakes:
200 gr. de harina de repostería
1 cucharadita y media de levadura quimica
1 pellizco de sal
110 gr. de mantequilla a temperatura ambiente
130 gr. de azúcar
3 huevos
2 cucharaditas de vainilla liquida
70 gr. de leche
1 puñado de gotas de chocolate
Colorante morado (yo usé el colorante en gel de Wilton)
Para el frosting:
- 300 gr. de queso de untar tipo Philadelphia.
- 150 gr. de azúcar glas.
- 250 gr. de Mascarpone.
Precalentamos el horno a 180º C.
Ponemos en el vaso la harina, la levadura y la sal y programamos 15 seg/ vel 7. Reservamos.
Sin lavar el vaso, ponemos la mantequilla y el azúcar y programamos 30 seg/ vel 3.
Ahora programamos 1 min/ vel 3 y vamos echando por el bocal los huevos uno a uno.
Agregamos la leche y la vainilla y a continuación programamos vel. 3 sin tiempo y vamos agregando la harina por el bocal, hasta que veamos que se ha integrado al conjunto completamente.
Añadimos las gotas de chocolate pasadas por harina, para que no se vayan para el fondo, y mezclamos con la espátula.
En este punto es cuando pasé la masa a un bol y le añadí el colorante morado, mezclando con la espátula hasta que el color sea homogéneo.
Ponemos la masa en una manga pastelera y rellenamos 12 cápsulas de papel, que habremos puesto previamente en un molde rígido para cupcakes o magdalenas, para que con el calor del horno no se expandan y queden bajitas.
Las ponemos en la bandeja del horno y horneamos 20 minutos, vigilando porque cada horno es un mundo.
Pasado este tiempo o cuando las veamos doraditas, las retiramos y las dejamos enfriar sobre una rejilla.
El frosting podemos prepararlo mientras se hornean los cupcakes, e incluso yo lo preparo el día anterior para dejarlo todo ese tiempo en el frigorífico y así coja consistencia para que aguante bien en pie una vez colocado sobre los cupcakes.
En el vaso limpio ponemos el azúcar para hacerlo glas. Programamos 30 seg/ vel. progresiva 5-9.
Ahora programamos vel. 3, sin tiempo, y vamos agregando el queso de untar tipo Philadelphia por el bocal, hasta que se integre.
A continuación agregamos el queso Mascarpone de la misma manera, a vel. 3 sin tiempo.
Añadimos el colorante naranja a la mezcla y movemos con la espátula con movimientos envolventes, hasta que quede el color homogéneo, echamos en una manga pastelera y reservamos en el frigorífico.
En el momento de servir y ya con los cupcakes a temperatura ambiente y el frosting bien frío, decoramos con ayuda de la manga pastelera y la boquilla que más nos guste. Yo he usado mi favorita, la 1M de Wilton, que hace las conocidas rosas.
El toque final son los trocitos de chocolate o gotas o lo que nos apetezca.
Ya mismo me voy a hacer una tarta "halloweenera" y cuando tenga las fotos la compartiré con todos vosotros...
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